Por estas razones, la fundación se une a esta actividad masiva instando a sus colegas y alumnos migrantes y refugiados a salir a sus balcones o ventanas, para compartir melodías con los vecinos visibilizándose «Sabemos que, por medio de la música, podremos generar una instancia que nos permita reconectarnos como seres humanos, sin prejuicios ni barreras imaginarias de por medio. Hoy más que nunca es esencial dejar de lado la discriminación y comenzar a mirarnos con el corazón, no importa quienes seamos o desde donde venimos”, explica la jefa de la oficina de ACNUR, Ana Ferrero.
Es importante destacar que según el Informe de Tendencias Globales de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, a finales del 2019, después de Siria, Venezuela es el segundo país en el mundo con mayor cantidad de nacionales en el extranjero, donde 90.300 son refugiados, 794.500 solicitantes de asilo y 3,6 millones desplazados. “En el caso de Chile, los venezolanos y las venezolanas son la población extranjera más numerosa (452.717) y muchos, independiente de su condición, necesitan protección. Es por eso, que con el apoyo de la comunidad internacional y los Países Donantes representados en Chile, estamos colaborando estrechamente con el gobierno nacional, las instituciones del Estado, los gobiernos locales y las comunidades chilenas de acogida, para responder a este desafío Latinoamericano. Quiero destacar además que, este es un esfuerzo conjunto con las Agencias, Fondos y Programas de las Naciones Unidas, los socios, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y las propias organizaciones de refugiados y migrantes en Chile” afirma Ana Ferrero.